martes, 25 de noviembre de 2008

Licuadora de estrellas,
Muerte.
Un discípulo de ella me acompaña.
Remolino de amarillos, verdes y azules
en mí que doy un fondo naranja.
Hoy estoy acá y en ningún otro lugar.
Hoy estoy acá y en ningún otro lugar.
Nunca estuve acá y en ningún otro lugar.
Acostada en una piedra, cumplo años desnuda, tomando sol, tocando el agua que corre por abajo mío y de la piedra, en ese momento donde río y astro se besan, se tocan. Se los puede escuchar gemir.

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